Estuve en Barcelona entre fin de año y el día de Reyes. Fue una ocasión para ver a la familia que vive repartida por el mundo y de pasear por la ciudad de mi infancia y juventud. Mi infancia transcurrió por la zona entre la Plaza Cataluña y el ahora llamado Raval. Al pasear de nuevo por estos lugares, que han cambiado tanto y tan poco a la vez, me llaman la atención los detalles. En mi recuerdo han quedado grabados los pequeños paisajes: escaparates, fuentes, farolas, rincones misteriosos al girar la esquina, puertas siempre cerradas. Y sobre todo, el suelo. Este suelo barcelonés que se reconoce a la primera ojeada.
6 comentarios:
Una zona preciosa en una ciudad maravillosa, prodigiosa.
Pero no había reparado en el suelo. En realidad en la única ciudad en la que vigilo el suelo es en Berlín, por las plaquitas de los judíos.
Los stolperstein berlineses son impresionantes. A partir de a este año también se ha puesto alguna en Rotterdam y en Amsterdam, en recuerdo de los judíos holandeses asesinados. Los st olperstein se van difundiendo por Europa.
En cuanto al suelo barcelonés es irónico que estas aceras y baldosas tan características (!hay turistas que las arrancan para llevárselas!) las pusiera Porcioles, uno de los alcaldes franquistas más denostados. Pero dejo su impronta.
Hola Eugenia,
!Cuanto tiempo desde la última vez que nos vimos!No sé si sabes que ahora vivo en BCN, por motivos familiares.En abril hará un año.
Me gusta tu blog, la introducción ya de por sí te invita a reflexionar; "Desde mi ventana"...
Yo también desde que estoy en mi ciudad natal, experimento lo mismo que tú.Camino mucho y contemplo la ciudad como no lo había hecho nunca. Me maravilla ver lo que ha cambiado desde que me fuí a NL
(hace 21 años) y lo que sigue igual.Donde nací, mis recuerdos de infancia...Me fijo en detalles que antes pasaban desapercibidos. En una palabra: ! FASCINANTE!
Un beso fuerte y te felicito por tu iniciativa.Espero que nos veamos algún día en nuestra hermosa ciudad natal.Nos seguimos comunicando.
Besos
Marga Jaumandreu
Molt bonic, Eugenia. Llàstima no haver pogut veure´ns. Petons, Teresa
Marga, qué alegría saber de ti. Supongo que tampoco debe ser fácil adaptarse a Barcelona después de 21 años de ausencia. Habrá cambiado más de lo que parece a primera vista. Con tanto H&M por todas partes... :-)
Tenemos un buen punto de encuentro para seguir en contacto.
Besos,
Eugenia
Es una llástima, sí. Hem de parlar encara de unes cuantes coses.
Gracies per passar per aquí.
Petons,
Eugénia
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