Eugenia Codina Desde mi ventana

lunes, 30 de abril de 2012

Pragmatismo holandés x 2

Solo ondean banderas el día del cumpleaños de la reina
Hoy se celebra en Holanda el cumpleaños de la reina. En realidad el 30 de abril es el día del cumpleaños de la reina anterior, la reina Juliana, pero se sigue celebrando en abril aunque la reina Beatriz cumple años en febrero, es decir en pleno invierno.
La solución pragmática para aumentar las probabilidades de tener buen tiempo es mantener la fiesta en primavera. La razón es que se celebran muchas actividades al aire libre, la más típica es el ¨mercado libre". Por un día, cualquier particular puede vender sus trastos de segunda mano por la calle. Los niños son los que participan más en el mercadillo nacional. Los críos ponen una manta en la calle y venden sus juguetes usados. Es un día muy alegre y vital. Un día de la reina con paraguas es una experiencia decepcionante.

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Mañana, 1 de mayo, es el Día del Trabajo. En Holanda lo celebramos trabajando.

miércoles, 25 de abril de 2012

Después del cáncer

Esta soy yo. Tal como soy ahora. Pongo mi foto en el blog y escribo sobre mí para encontrarme. Entré en esta nueva vida en julio del 2010 cuando me diagnosticaron el cáncer. Un año y medio de tratamientos (todos, como me dijo mi oncólogo) me han dejado, supuestamente, curada. Digo supuestamente porque con el cáncer nunca se sabe si una está curada. "Curada" quiere decir que uno va pasando revisiones en los que los médicos no encuentran ninguna señal de que se esté reproduciendo el cáncer. "Curada" quiere decir que te vas acostumbrando a vivir amenazada. No hay despreocupación en esta curación. Vivo ahora en un mundo el que el tiempo se ha hecho materia. Se ha convertido en un fluído por el que avanzo lentamente. Y lo de lentamente no es solo metafórico. Cualquier iniciativa me cuesta un esfuerzo. Yo ya sabía lo que era el esfuerzo en mi vida anterior pero éste es distinto: la iniciativa sale de un punto lejano, avanza lentamente y se acaba abruptamente como una gran maquinaria que se quedara parada en medio de chirridos y crujidos metálicos. No solo me pasa cuando me esfuerzo en trabajar: leer, escribir, estructurar y organizar. También me pasa con las relaciones personales y con los contactos sociales. En barril que tenía lleno de empatía y curiosidad por los demás está vacío. Soy una ermitaña, una ostra, un bebé con los ojos abiertos. Y esto es, queridos amigos, como se siente uno después de pasar por un tratamiento contra el cáncer.