Eugenia Codina Desde mi ventana

domingo, 5 de diciembre de 2010

Vuelvo a escribir


Una relajada mañana de domingo

Llevo tres meses sin escribir. El ritmo de mi vida ha cambiado radicalmente engullendo también esta actividad, una de las que me daba más energía y satisfacción.

Desde julio de este año mi vida se centra en el tratamiento contra el cáncer de mama. Después de la operación me trataron con una quimioterapia, llamada AC, durante tres meses. Un tratamiento tan fuerte que el cuerpo necesita intervalos de tres semanas para recuperarse.
Bien pronto se acabaron mis intentos de seguir una vida normal. Uno de los efectos secundarios inevitables de esta cura es el cansancio. Un cansancio demoledor que no negocia. Nada de ¨acabo esto y luego me siento¨. El cuerpo se rinde de golpe, independiente de lo que esté haciendo o dónde lo esté haciendo. La condición física va disminuyendo con cada nueva sesión.
Puedo decir categoricamente que nunca en mi vida he estado tan cansada como en estos últimos meses. El cansancio físico y la falta de concentración es tal que no se puede ignorar. A partir de la tercera cura me rendí y dejé que el cuerpo tomara las riendas. Me ayudó a entender lo que es ¨la inteligencia del cuerpo` que, en este momento, noté claramente que no estaba en la cabeza. Al contrario, lo único que podía hacer la mente era callarse y sentarse discretamente en la última fila del cine. Porque la función no ha hecho más que empezar. En este momento me están tratando con una combinación de inmunoterapia y quimioterapia una vez a la semana durante tres meses más. Esta nueva sustancia, Taxol, es menos devastadora que la primera. Esta es la razón por la que puedo escribir estas líneas.

Para los que no estén familiarizados con el tema: la quimioterapia se basa en el principio de la destrucción de las células que crecen más rápidamente. Entre estas células se encuentran las cancerígenas, las del pelo y las de la parte interior del estómago. Esto provoca los efectos más conocidos y temidos de la quimioterapia: la pérdida de cabello y los vómitos.
La pérdida de cabello es incómoda y espectacular porque cambia agresivamente la fisonomía. No hay nada mejor que perder algo para saber su importancia. Esto es lo que pensé cuando mis pobladas cejas empezaron a evaporarse. A pesar de este cambio externo la pérdida del pelo es la consecuencia menos grave para la condición física. Los vómitos y las náuseas gastan más porque impiden el comer, o peor aún, comer a gusto. Por suerte hay mucha medicación para evitar las náuseas. En mi caso me limito a sentir un constante y vago malestar en el estómago que se soporta sin demasiado esfuerzo.

Dicho esto, no es el cansancio, ni la calvicie, ni el malestar del estómago lo peor de la quimioterapia. Lo peor es que los médicos no pueden garantizar que estos síntomas estén sirviendo para enseñar al cuerpo a no dejar que se formen más células cancerígenas. Se prescribe quimioterapia en un caso con el mío, en que el tumor ya ha sido extirpado, por si se ha escapado alguna célula que no se puede detectar con los instrumentos de los que dispone actualmente la medicina. Así que como no se sabe si había alguna célula fugitiva, tampoco se sabe si la ha pillado el cocktail AC o el Taxol.
Así que en realidad me están dando un enjuague total del cuerpo con el propósito de llevarse lo malo y confiar en que sólo lo bueno vuelva a crecer una vez terminen las curas.

A mí, pues, no me queda más opción que tomarme la vida con calma, dejar que el cuerpo vaya haciendo sus deberes y disfrutar de los días que me encuentro bien, como hoy, este domingo lluvioso y frío, que me está sabiendo a gloria.

martes, 7 de septiembre de 2010

La voz: Joaquín Soler Serrano

Ha muerto a los 91 años Joaquín Soler Serrano. Con él desaparece una generación de periodistas que sabían que la voz formaba parte del mensaje. Una generación que venía de la radio y que por lo tanto dependía de la voz para expresarlo todo. Su voz educada, profunda, su forma de articular cada palabra correctamente y la educación con la que hablaba lo convirtieron en una especie extinguida. Los gran mayoría de los locutores actuales hablan como ametralladoras, no son capaces de terminar una frase sin interrumpirse y qué decir de formar subordinadas. Y es que Joaquín Soler Serrano vocalizaba, un arte prácticamente extinguido y subestimado por el periodismo y que solo algunos actores dominan.

El programa A Fondo es el gran recuerdo que tengo de Joaquín Soler Serrano. Un serie de entrevistas a escritores, pintores y artistas de habla hispana realizadas en los años setenta, aún en blanco y negro. Dos entrevistas memorables: una a Josep Pla, escritor del que no queda ningún otro testimonio en televisión, y la entrevista a Salvador Dalí. En esta sorprendente entrevista, Dalí muestra que es un gran conocedor de la pintura de los grandes maestros a los que admira y que ama la pintura. Se revela también como un curioso y conocedor de temas científicos. En esta entrevista Dalí está serio, cuerdo e inteligente. Una faceta que no mostraba a menudo, cuando estaba en su personaje.

Le atribuyo a Joaquín Soler Serrano el que fuera capaz de hablar de hombre a hombre con Dalí, poniéndose en un segundo plano y estando informado de la obra y de la biografía del entrevistado. Ay, documentarse bien, otra gran virtud junto con la voz educada que tanto se echa en falta en el mundo de la abundancia y el exceso de información.

Un fragmento:

lunes, 6 de septiembre de 2010

El sonido de la máquina de escribir

Una alegre y bien ejecutada versión de la simpática composición La máquina de escribir de Leroy Anderson por Martin Breinschmid con la orquesta de Viena.
La incorporación de la máquina de escribir como instrumento musical fue una gran novedad en 1950 cuando Anderson compuso esta pieza pero en este momento el sonido de la máquina de escribir es tan ¨clásico¨ como el sonido de la tuba o el contrabajo. Hay ya generaciones que no han oído nunca este sonido. Tempus fugit.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La reinvención del vídeoclip musical


Ahora interactivo y sin necesidad de televisión.

En este sitio The wilderness downtown los autores han usado la última versión de HTML (5) para hacer un montaje interactivo. Se puede cambiar la ciudad que muestra el vídeo al gusto del espectador. En realidad, se trata de introducir la ciudad en la que uno ha crecido.
En este ejemplo he puesto Barcelona como entorno pero podría ser Nueva York, Moscú o cualquier ciudad que tiene Street View de Google.
Esta website solo funciona con Google Chrome. Antes de iniciar hay que bajar Google Chrome.

Copiar y pegar esta dirección en la barra de dirección de Google Chrome:

http://www.thewildernessdowntown.com/#Barcelona,+Espana