Eugenia Codina Desde mi ventana
lunes, 31 de agosto de 2009
jueves, 27 de agosto de 2009
Hombres

Hace unos días vi en Barcelona la película Millenium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres. Un thriller sueco con mucho suspense, una buena trama y unos personajes lo bastante originales como para hacer que la historia sobresalga por encima del género de detectives al uso.
La película, basada en el libro del mismo nombre de Stieg Larson, toca el tema de la violencia doméstica. Un tema, afortunadamente, del que cada vez se habla más abiertamente. También se usa el término ¨violencia de género¨, que tiene una connotación estigmatizante hacia un género, el masculino, en este caso. Los hombres pertenecen al género que ataca y las mujeres al género que es víctima de los ataques.
Desgraciadamente este es el caso la mayoría de las veces. Pero me parece injusto poner a todo el género másculino en esta categoría.
Esta es la razón por la que escribo este post: quiero romper una lanza por los otros hombres, los hombres que sí aman a las mujeres.
En los últimos cinco años el Alzheimer de mi madre ha ido progresando tal como habían pronosticado los médicos. Durante estos años he conocido a hombres asombrosos. Hombres nacidos y educados antes de los años setenta, mucho antes de que el feminismo reinvindicara la igualdad de derechos para las mujers. Sin embargo, estos hombres saben perfectamente lo que es la igualdad y el amor. Son los que a la hora de la verdad se comportan como amigos y compañeros de las mujeres.
Me refiero a mi padre, el cual, frío o calor, está al lado de mi madre. La cuida con cariño, con fidelidad y sobre todo, con amistad, día tras día, año tras año. Desde los primeros pasos de la enfermedad hasta el momento actual, cuando necesita cuidados de todo tipo.
Pero no solo me ciega el amor filial porque en los años de entrar y salir de centros de día, residencias y neurólogos he conocido a hombres como Angel que, cada día con un cucharilla o un cuentagotas le da la comida y la cena a su esposa paralizada. Su dedicación a su compañera, Manolita, es incondicional.
Me refiero también a Pepe, que cada día trajeado y arreglado llevaba a su mujer, Isabel, al centro de día. Se quedaba con ella durante horas en el centro, y luego, cuando iba a casa, la lavaba, la vestía y la alimentaba. Cada día, cada día.
Y no solo hay hombres que cuidan a sus compañeras hasta el último momento. Hay también hombres que cuidan a sus madres, como Toni que va diariamente va a ver a su madre, Lolita, también con Alzheimer. La alimenta, le hace bromas, la hace moverse. Y si él no puede ir, va su pareja, Tino, el cual hace los honores con paciencia infinita (porque Lolita suelta algún sopapo de vez en cuando).
Pasada la fase de las palabras bonitas y los gestos románticos solo los hombres que aman de verdad saben como seguir haciéndolo.
Y por esto me parece injusto hablar de los hombres como el género que no ama a las mujeres.
martes, 25 de agosto de 2009
Gripe
Llevo unos días sin escribir a causa de una inoportuna gripe que me ha dejado fuera de juego durante varios (y largos) días.

Sleepytime de Joan Griswold

Sleepytime de Joan Griswold
viernes, 21 de agosto de 2009
Joie de vivre: la boda de Jill y Kevin

Jill y Kevin en Good Morning America
El 20 de junio se casaron Jill y Kevin. La boda, con todas la apariencia de ser tradicionalmente americana con iglesia, familia, damas de honor y padrinos vestidos coordinados con el novio y la novia.
Sin embargo, los novios eligieron hacer una entrada tan original que no deja indiferente a nadie que lo haya visto. La espontaneidad, la alegría de vivir y la felicidad son explosivas y sobrepasan las imágenes del vídeo amateur que grabaron los amigos de los novios.
El novio puso el vídeo en youtube para amigos y familiares. Ante la sorpresa de los recién casados, esta filmación casera ha recibido veinte millones de visitantes. Algo inaudito e inimaginable hace diez años, antes de que internet hubiera entrado en nuestras vidas.
Quién se podía imaginar en los años noventa que las fotos de su boda podrían ser vistas por millones de otras personas. Naturalmente, Jill y Kevin se han convertido en dos estrellas mediáticas en cuestión de semanas. Ya han aparecido en programas de televisión americanos.
Como el tema del vídeo es compartir la felicidad y la alegría que la pareja siente con su compromiso y su relación, han decido prolongarlo de la siguiente forma. Han hecho un website: www.jkweddingdance.com en la que los visitantes pueden hacer donaciones para una organización que apoya las víctimas de la violencia doméstica. La razón es que la música de Chris Brown es la protagonista de su boda. Brown entró en contacto con la justicia a principio del 2009 por maltratar a su novia también cantante, Rihanna.
Este es el vídeo de la boda de Jill y Kevin. Que tomen nota los que estén a punto de casarse:
Etiquetas:
amateurismo,
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