Eugenia Codina Desde mi ventana

sábado, 17 de abril de 2010

El artista está presente

Un bonito retrato de Ocaña en su plenitud

Hoy he visitado una exposición en Barcelona llamada La guía secreta de la Rambla. La exposición es en realidad un conjunto de exposiciones. Fotografías, vídeos, imágenes periodísticas, fragmentos de películas, son los medios usados para echar una mirada a lo que ha sido las Ramblas desde los años treinta hasta ahora. Mi interés por la exposición radicaba en que gran parte de la información se centra en los años setenta, mi época juvenil cuando las Ramblas eran un lugar de encuentro, diversión y reivindicación política.
Una parte importante del recorrido se centra en la figura de Ocaña,Ocaña 1973-83 un personaje al que yo recordaba de esta época pero del que no había oído hablar en los últimos veinticinco añso.
Ocaña era un artista inclasificable. Se disfrazaba de mujer y cantaba canciones de antes de la guerra en los bares de la Rambla, pintaba cuadros que no estaban nada mal, hacía algo parecido a la escultura y, por lo que llamaba más la atención, hacía performances basadas en su abierta y exuberante homosexualidad.
El entierro, una de las pinturas de Ocaña

Ocaña murió muy joven, en el año 1983. Durante unas fiestas se incendió el disfraz de papel hecho por él mismo y las quemaduras sufridas acabaron matándole.

Hoy, viendo las fotos y las filmaciones de sus actuaciones en el Café de la Opera o en Canet Rock, le he recordado pero también le he visto por primera vez.En mis recuerdos de los años setenta, Ocaña formaba parte integral del paisaje. Una figura que oscilaba entre lo kitch, lo canalla y la reivindicación política.
Eran otros tiempos.

Ocaña ¨rambleando¨

El Ocaña que he visto hoy, el que usaba su cuerpo para sus actuaciones ya fuera disfrazándolo o desnudándolo, ya no me ha parecido una figura del folklore de mi juventud sino un artista performativo que encaja en un estilo de ver y vivir el arte.
Es un camino que han seguido durante los últimos treinta años, después de la muerte de Ocaña, artistas como Marina Abramovic, la más veterana artista de arte performativo corporal. Es un milagro que Marina Abramovic haya sobrevivido hasta los sesenta años después de haber expuesto su cuerpo al límite en diferentes montajes.
En este momento hay una exposición en el MOMA de Nueva York en la que se reproducen algunas de sus performances más sonadas y desnudas. Esta vez con voluntarios, artistas jóvenes que se han ofrecido a hacer lo mismo que Marina Abramovic había hecho en los años setenta junto con su compañero Ulay.

El montaje Ponderabilia Abramovic y Ulay en el 1977 y que se reproduce en la exposición actual.



Durante este mes de abril, LA ARTISTA ESTA PRESENTE en el museo. Durante todo el mes Marina Abramovic se sienta en una silla y permite que un visitante a la exposición se siente, en total silencio, frente a ella. Tanto tiempo como el visitante aguante. Porque ella puede estar horas sin pestañear.
Esta actuación se transmite a tiempo real a través de una cámara y se puede ver en este link, siempre y cuando sea horario de apertura del museo (en horario de Estados Unidos).

La obra de Abramovic es racional e intelectual mientras que las performances corporales de Ocaña parecían salirle ¨de dentro¨ sin ser producto de una meditación previa. Era la expresión de alguien que era así y que así había nacido. Sin embargo, viendo esta exposición, recordando y comparando el pasado con lo que sabemos ahora, explota en todo su esplendor la libertad de ser que instintivamente reivindicaba Ocaña. Al igual que Abramovic, puso su cuerpo al servicio del arte aceptando todos los riesgos que esto conlleva. Una de las cosas más importantes que hizo fue hacer la homosexualidad visible y orgullosa.
Mirando la herencia que ha dejado, se puede decir que a pesar de su ausencia, el artista está presente.

1 comentario:

PUTXI dijo...

Hola Eugènia, jo vaig tenir la sort de conèixer amb persona al Ocaña, va fer una exposició a Palma i li vaig comprar un quadre que tenc penjat al menjador de casa i que m'encanta, era una persona molt vital, va ser una pena que moris tan jove, segur que ara seria molt reconegut. Espero que ja hagis pogut arribar a Holanda. Una abraçada