Eugenia Codina Desde mi ventana

martes, 20 de julio de 2010

El final de la inocencia (I)

Saliendo del hospital después de la operación

Hace casi tres semanas me diagnosticaron cáncer de pecho. Este diagnóstico me dejó atónita por que yo me encontraba llena de energía tanto física como intelectualmente.

La detección del cáncer la hice yo. Me noté un bulto en el pecho y llamé al médico de cabecera. Este me envió directamente a hacerme una mamografía y una ecografía.
Ante mi asombro, la maquinaria médica se puso en marcha con una rapidez que no había conocido en mi vida (saludable). En dos días tenía el resultado de la punción y la ecografía: cáncer en el pecho derecho.
Es la peor noticia que me han dado en mi vida.

Sin darme tiempo a tomar aliento, los médicos me dijeron que me diera inmediatamente de baja para que pudieran hacerme todo tipo de análisis para poder comprobar si había metástasis.
En esta semana, durante la cual me analizaron toda y cada una de las partes de mi cuerpo, la tensión, el miedo y la emoción empezaron a dominar mi vida y la de las personas que me quieren. Y se han instalado ya permanentemente en ella.
De repente, la muerte, no es una estación al final del viaje, sino que puede ser la próxima parada. Es el final de la inocencia. El final de la vida despreocupada de la persona con salud.

Con la rapidez que ha caracterizado todo este proceso, la médico me dijo una semana más tarde que no había metástasis en el resto del cuerpo. Es la mejor noticia que me han dado en mi vida.

Sin embargo, habían encontrado los suficientes indicios de diferentes tumores para tener que hacer una mastectomía. Después de la operación vendrá el resto del tratamiento: quimioterapia, inmunoterapia y radioterapia. Los próximos dos años de mi vida transcurrirán en tratamiento médico.

El jueves pasado me operaron. Ya ha empezado el tratamiento.

sábado, 3 de julio de 2010

Un artículo sobre Aly

Ha aparecido un artículo en Arts, del Mundo valenciano un artículo sobre el blook www.alyherscovitz.com


jueves, 1 de julio de 2010

Todos millonarios

Hoy me ha llegado un mensaje a través del correo electrónico. Contenía una ilustración de la diosa Likshma, la diosa del dinero según la tradición de la india.
El texto del mensaje me advertía que me haría millonaria en cuatro días si enviaba el retrato a cuatro personas y en dos días si lo enviaba a nueve.

Como tengo prisa para hacerme millonaria, he decidido poner la imagen en mi blog, de manera que mis posibilidades de atraer una fortuna aumenten en picado. La ventaja es que consigo, al mismo tiempo, que los miles de lectores de mi blog reenvíen mi post con la imagen de Lakshmi, convirtiéndose así, en cuestión de cuatro días en millonarios y millonarias. Esta es pues, mi aportación a la solución de la crisis enconómica mundial y actual.

La diosa Likshma nos a sacar de esta

No es esta la única revelación que me llega de mano de Likshma. La segunda es que el correo electrónico se ha quedado anticuado para enviar este tipo de mensajes virales. Los microblogs como Twitter y las redes sociales como Facebook son mucho más eficientes para propagar mensajes.
El correo electrónico ya cae en la misma categoría que el correo postal.