Eugenia Codina Desde mi ventana

domingo, 15 de julio de 2012

HhhH, una novela moderna

El que creyera que ya se había escrito y dicho todo en la histórica tensión entre narrativa y ensayo, o dicho de otra forma, entre ¨fiction¨ y ¨faction¨ va a quedar gratamente sorprendido con HhhH de Laurent Binet.
Binet, autor primerizo, ha conseguido contar hechos históricos y rellenar las lagunas que no podía documentar con un salero y una originalidad que para sí quisieran muchos experimentados autores. HhhH relata hechos históricos, realata la búsqueda de los datos por el autor y sus constantes luchas internas para encontrar la forma más fiel y honesta de contar la historia... sin aburrir al lector. El curioso y críptico título HhhH ya es una pequeña provocación. Cuando uno lee en la contraportada que HhhH quiere decir, en alemán, que ¨el cerebro de Himler se llama Heydrich¨, se siente aún más intrigado por el contenido.
El hecho históricos narrados en HhhH es el atentado a Reinhard Heydrich en Checoslovaquia en 1942. Estos hechos, aunque estén ya muy documentados, adquieren otra dimensión cuando Binet los cuenta en una curiosa combinación de apasionamiento y rigor.
No voy a adentrarme en los hechos históricos porque ya hay bastante literatura y referencias sobre el tema. Sí quisiera resaltar dos datos que me han impresionado especialmente por su trascendencia. Y es que Heydrich murió no por el atentado en sí sino por una septicemia. Según narra Binet, en la herida se encontraron pelos de caballo provenientes del interior del asiento del coche donde sufrió el atentado. Es decir, se le infectó la herida, una condena de muerte, en un mundo sin penicilina. En el año 1942, ni el más poderoso hombre del III Reich tenía acceso a ella. Aunque fuera la misma II Guerra Mundial la que empujó la investigación y la aplicación de la penicilina que había cultivado Fleming en el 1928. Durante setenta años la penicilina ha alargado la esperanza de vida de la humanidad. Lo que no sabemos es hasta cuando, nos avisan la medicina actual.
Seguidamente HhhH narra con todo lujo de detalles como fueron los dos primeros años de asesinatos a gran escala de, principalmente pero no solo, población judía en Polonia y Checoslovaquia. Tal como explica exhaustiva y terroríficamente Patrick Debois en su libro, website y documentales sobre las matanzas en Ucrania en Holocaust by bullets, el Holocausto empezó a balazos. No fue hasta el enero de 1942, que se pasó a una forma industrial de asesinato. La razón, tal como documenta Binet en HhhH era la presión psicológica que matar "artesanalmente" provocaba en los comandos de los Einsatzgruppen. La cámara de gas se inventó porque los mismos asesinos no podían soportar el estrés de matar el durante todo el día, sin parar, en jornada intensiva.
La condición humana en su forma más colosal: penicilina que salva millones de vida, gas que asesina millones de vidas.
La historia que se cuenta en el libro está tan documentada que ya casi resulta imposible decir algo nuevo sobre el tema. A pesar de esto, el enfoque de Laurent Binet es refrescante y muy actual: la originalidad de Binet radica en hacerla suya y en hacerla moderna. Al implicar al lector en su proceso de búsqueda de datos, de reflexión sobre lo que es novela y lo que es historia, Binet llega lo más cerca posible a la creación en común, tal como lo conocemos en el mundo digital (blogs, crowdcration) pero en formato papel.
La calle Holesovice en Google Maps
Solo tengo una crítica al libro de Binet y es lo siguiente: yo he leído el libro en mi Ipad así que podía saltar ágilmente del texto del libro a la información sobre lo que estaba leyendo. En la red prolifera información de todo tipo. Durante la lectura he encontrado fotos, vídeos, textos y testimonios. También usé Streetview y Google Maps, que me trasladaban en cuestión de segundos a los lugares cruciales en la historia, como la esquina de la calle Holesovice en Praga donde se produjo el atentado.
Por eso creo que HhhH hubiera sido un perfecto libro multimedia. Es lo único que le falta para engullir aún más, si es posible, al lector en su narrativa.

No hay comentarios: