Ayer se discutió en el pleno del ayuntamiento de Rotterdam si seguía en su puesto Leonard Geluk, hasta este momento Concejal de Educación de la ciudad. La moción de censura viene de su propio partido, el CDA (demócratacristiano) que encuentra las medidas de Geluk demasiado radicales.La gota que hizo colmar el vaso de su propio partido fue una propuesta de Leonard Geluk para hacer análisis de orina entre los estudiantes de enseñanza media para controlar el uso de drogas en los institutos y, sobre todo, en el aula.
De momento Geluk se queda, pero no gracias a su propio partido sino a los otros que forman la coalición, inverosímil en otros países, que rige la ciudad. En el ayuntamiento de Rotterdam está formado por representantes del partido socialdemócrata (PvdA), de los verdes (Groen Links), los liberales (VVD) y del CDA. Los otros concejales han puesto el grito en el cielo de que se despidiera a alguien tan innovador y eficiente. Muy hábilmente, Geluk se ha disculpado ante su partido por ir demasiado rápidamente al grano sin pedir antes el beneplácito de su partido. El resultado final es que este activo político local sigue en su puesto.
Leonard Geluk, Concejal de Educación de Rotterdam
El resultado final es que este activo político local sigue en su puesto. La cuestión es si se va a atrever a seguir actuando con la misma decisión que ha hecho hasta ahora. Su actuación ha sido hasta ahora activa y pragmática. Ha alargado los horarios escolares en prácticamente todos los colegios de la ciudad de forma que los alumnos tuvieran ocasión de participar en todo tipo de actividades extraescolares tanto de tipo artístico como deportivo. Un gesto importante en una ciudad donde la mitad del alumnado cae en lo que se llama educación compensatoria por falta de ingresos y formación del ámbito familiar.
La palabra holandesa geluk quiere decir suerte o felicidad, así que en este caso podemos afirmar, sin lugar a dudas, que Rotterdam tiene suerte.
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