Eugenia Codina Desde mi ventana
domingo, 17 de mayo de 2009
La últimas serán las primeras
Leo en El País que Soraya, representante de España en Eurovisión, ha quedado la penúltima. El periódico lo titula incluso: Batacazo en Eurovisón.
Yo le diría a la compañera Soraya que no se lo tome demasiado a pecho porque está en buena compañía.
En el 1994 Holanda fue representada por Willke Alberti, grande dame de la música ligera holandesa, hija de artista y ella misma cantante de éxito desde su tierna infancia. Consiguió cuatro míseros puntos solo por delante de Lituania. Los resultados fueron tan bajos que Holanda no pudo participar en el Festival de Eurovisión en 1995. Una humillación que sacudió la espina dorsal del mundo del espectáculo y dejó abollado el orgullo nacional.
Willeke Alberti canta Waar is de zon en Dublín en 1994
Visto en lo que se ha convertido el Festival de Eurovisión, una especie de Gabinete del doctor Caligari, dice mucho a favor de Soraya y Willeke que hayan quedado en penúltimo lugar. Será que es porque son cantantes profesionales en lugar de fenómenos de feria estilo "la mujer barbuda" que es como, a tenor del festival, la música ligera se ve a sí misma en Europa.
Etiquetas:
Festival de Eurovisión,
Soraya,
Willeke Alberti
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