Este es el vídeo que ha provocado la hilaridad en Francia.
El expresidente Jacques Chirac acompaña a su mujer Bernardette durante una apariciòn en público. Chirac ve a una chica rubia que no tiene sitio para sentarse y pide que le pongan una silla a su lado. La señorita rubia se sienta y, mientras Beranardette empieza su discurso, Chirac está charlando con ella. En un momento dado su mujer, irritada, interrumpe el discurso y le dirige una mirada diábolica. Es especialmente cómico ver la cara de niño atrapado robando las cerezas que pone el ex-presidente cuando su mujer se vuelve a sentar a su lado.
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