Eugenia Codina Desde mi ventana

martes, 2 de septiembre de 2008

Sirenas


Ayer volvieron a sonar las sirenas a las doce del mediodía como cada lunes primero de mes.

Cuando llegué a Holanda, a principios de los ochenta, las sirenas de alarma me dieron un buen susto: extrañamente no vi a gente corriendo por la calle presa del pánico, ni bolas de fuego arrasando el tranquilo Dordrecht, la ciudad donde yo vivía entonces. Después descubrí que se trataba de un test rutinario del ministerio del interior con el que se comprueba que funcionan las sirenas en todos los ayuntamientos del país.

La costumbre se remonta a después de la guerra. Los holandeses son precavidos y después de la experiencia de la segunda guerra mundial organizaron una red de alarmas en todo el país. Hasta los años noventa las sirenas estaban destinadas a avisar a la población por si bombardeaban los rusos, aunque para muchos holandeses de cierta edad, el verdadero enemigo seguía siendo Alemania. A partir del 2000 las sirenas tienen que avisar a tiempo de cualquier desastre, tipo aviones que caen del cielo, gases envenenados, inundaciones y otros desastares naturales, provocados o no, por ataques terroristas. La cara de la amenaza ha cambiado pero no la amenaza como tal.

Ayer cuando oí la sirena, la de nuevo después de veinte años. -Es verdad, aún probamos las sirenas,- pensé. Y, paradójicamente, al oírla me sentí segura porque las estaban probando pero también me recordaron que el sentido de seguridad en el que vivo es fragil e ilusorio.

Como decían los cínicos holandeses ya hace años: ¨Si los rusos son inteligentes nos bombardearán un lunes primero de mes a las doce de la mañana¨.

1 comentario:

Unknown dijo...

Sabes, yo viví casi tres años en París después de casarme y prueban las sirenas el primer miércoles de cada mes a las 12:00 (del mediodía claro está). Flipé la primera vez que las oí... con el tiempo, cuando las oía me decía "es verdad es el primer miércoles del mes".
Syl