Vista tomada desde el restaurante de la estación provisional. En la foto no se oye el ruido ensordecedor de las perforadoras.
Un enorme agujero del que salen gigantescos tubos ha engullido la antigua estación, construída en el 1953. Se había quedado pequeña, especialmente desde que los trenes internacionales también paran en Rótterdam. Las letras y el reloj característico de la estación han desaparecido del paisaje, dejando a los habitantes de Rótterdam sin punto de referencia.
Así era la estación hasta el año 2008, cuando empezó el derribo.
La nueva estación promete un diseño vanguardista que encaja bien con el estilo urbanístico de Rótterdam, que a diferencia de las otras ciudades holandesas, pone más énfasis en la arquitectura moderna que en los pintorescos canales. Los habitantes de Rótterdam, gente pragmática, ya llaman al nuevo diseño ¨el quiosco¨.
Impresión artística del nuevo edificio. Se van a recuperar las letras y el reloj típicos de los años cincuenta.
Y esto es lo que va a ser el paisaje urbano durante los próximos años: tubos, ruido, excavadoras y mucha energía. La capacidad emprendedora de la ciudad tiene una extraña belleza.
1 comentario:
pues en Amsterdam ya llevamos mas de 5 años de obras en Estacion Centraal y lo q queda... porque hasta el 2020 no se prevee que este totalmente terminado, y eso que la estación en si no la han derribado (menos mal, pq es una joya) pero la ampliacion q es en su mayoria subterranea, la nueva estacion de autobuses y la nueva estacion de metro, mas el centro comercial quedara todo bajo el antiguo edificio mas una nueva cúpula trasera a la fachada principal
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