El gobierno Balkenende IV, un matrimonio de conveniencia entre el partido socialista, el demócratacristiano y un pequeño partido ortodoxo cristiano.
La semana pasado se deshizo la coalición que formaba gobierno en Holanda. Ante la indiferencia generalizada, cayó el gobierno conocido como Balkenende IV. Los números se refieren a la cantidad de gobiernos que se hecho y deshecho durante ocho años. Que se deshiciera el gobierno serìa en otros países razón de sorpresa o de inquietud. No en Holanda.
En Holanda no hay un sistema de dos grandes partidos que dominen alternativamente el parlamento al estilo de España o Inglaterra. En Holanda hay, al menos, cuatro partidos a la izquierda y cuatro a la derecha que pueden ganar los suficientes votos para que no haya una mayoría absoluta.
La coalición Balkenende IV se ha deshecho porque el partido socialista (PvdA) que estaba metido en una coalición con los demócratacristianos, imposible en otros países, se ha negado a mantener tropas holandesas en Uruzgán a partir de enero del 2011 tal como la OTAN había pedido. La promesa electoral hecha en el 2007 era que las tropas se retirarían en diciembre del 2010.
Esta firme actitud del PvdA ha sorprendido al público porque éste partido no se caracteriza en los últimos tiempos por la claridad del rumbo político que toma. La querella sobre Uruzgán le cuesta al partido socialista seis ministros en el acutal gobierno, algunos de ellos en ministerios cruciales como educación y finanzas. La sospecha es que la razón de tanta firmeza para defender las promesas hechas al electorado en el 07 tienen más que ver con el oportunismo electoral que con la ética.
El Partij van de Arbeid da una imagen más seductora que social
Las elecciones municipales se celebran el 3 de marzo y el PvdA tiene un pronóstico penoso, incluso en zonas tradicionalmente fieles al partido como Amsterdam y Rótterdam. El PvdA intenta mostrar su cara más fiable para conseguir salvar las elecciones nacionales que se van a celebrar en mayo en las que el avance de partidos como el PVV de Geert Wilders a la derecha y del SP (comunista) a la izquierda le va a costar muchos, muchos votos.
La forma en que el partido socialista ha ido perdiendo credibilidad entre sus votantes se refleja en el sarcasmo con el los holandeses han ido cambiando, en vox populi, el significado de las siglas PvdA. El Partij van de Arbeid quiere decir el partido del trabajo. La progresión ha sido la siguiente desde los años ochenta:
Partij van de Arbeid = Partido de (los) trabajador(es)
Partij van de Academici = Partido de los universitarios
Partij van de Allochtonen = Partido de los inmigrantes
Partij van Alha = Partido de Alá.
En un momento dado, el partido más grande del espectro político se profesionalizó de tal forma que perdió el contacto con su electorado original, la clase trabajadora. La clase trabajadora, para aclararnos, ya no es lo que antes se llamaba la clase obrera, sino la clase que trabaja. El sistema de prestaciones sociales ha formado una clase nueva, o subclase, en la que sobreviven los que no trabajan por una razón u otra. En Holanda la ley de invalidez llamada WAO se ha llegado a hinchar de tal forma que acoge ya a casi un millón de personas. Esta forma de enmascarar el paro es la patata caliente que no se atreve a tocar ningún gobierno. El sistema de prestaciones permite sobrevivir (modestamente) sin trabajar durante muchos años. Este es uno de los grandes problemas sociales del país: la irrecuperabilidad de los parados a largo plazo o de los que no han llegado a trabajar nunca pero aún así tienen derecho a prestaciones sociales.
El PvdA se ha ido convirtiendo en el partido de los políticos profesionales, con carrera universitaria que defendían los intereses de la subclase, no de la clase trabajadora. Muchos de sus votantes, provenientes de la tradicional clase obrera, votan ahora al PVV, el partido de Geert Wilders o al partido comunista SP, radical a la izquierda.
(Mañana continúa esta apasionante saga del PvdA)
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