Esta foto de Simone de Beauvoir, tomada en casa de Nelson Algren en Chicago tiene la belleza del exhibicionismo de la pasión madura. Simone descubrió su lado femenino y salvaje al lado de Algren, un creador conflictivo e intuitivo. No fue casualidad que se enamorara de un hombre lo más alejado posible, incluso geográficamente, del intelectualismo y la fealdad de Sartre. Intuición contra intelecto. Pasión contra racionalidad. Sartre tenía las de perder.
Se ha discutido sobre esta foto y si enseñarla es antifeminista, lo cual se explica si solo se le atribuye a esta mujer el personaje que representaba en el teatro de la vida. Yo miro a la mujer que se mira en el espejo mientras sabe que la están fotografiando y veo una mujer erotizada por una relaciòn pasional. La foto me parece un homenaje al amor, a la feminidad a la pasión entre adultos.
Nelson Algren era un escritor del lado oscuro de la vida americana. Su libro más famoso, El hombre del brazo de oro, se llevó al cine en una película que reflejaba la tragedia y el fatalismo del libro. Frank Sinatra interpretaba al protagonista, un drogadicto, en uno de sus mejores interpretaciones, ya que su lado neurótico era ideal para este papel.
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