Eugenia Codina Desde mi ventana

sábado, 28 de febrero de 2009

Madame Maigret


Bistro Madame Maigret el 27 de febrero del 2009, Oude Noorden, Rotterdam


Ayer estuve cenando con unos amigos en Madame Maigret, un pequeño y acogedor restaurante en el norte de Rotterdam.

Me gusta comer aquí porque me siento como el comisario Maigret en el comedor de su casa parisina del Boulevard Richard Lenoir, hogar que comparte con su fiel esposa y excelente cocinera, Louise Leonard, conocida para el mundo como Madame Maigret.
Yo también, gracias a Madame Maigret, puedo resolver cualquier problema que se me presente en este salón con empapelado de flores, mientras hablo con mis amigos entre los escargots, el pato con lentejas y el excelente vino que lo acompaña.


Aquí se resuelven grandes problemas

La señora Maigret es una constante en las 78 novelas que se extienden desde el 1931 al 1972. Cuando el inspector llega a casa se encuentra con su esposa con la que come, bebe café y discute los casos que le ocupan. Los platos de que cocina la señora Maigret son del tipo que ahora llamaríamos ¨comfort food¨, la comida tradicional que convierte la casa en un hogar.

Los Maigret se casan en 1913, yéndose a vivir al apartamento del Bulevard Richar Lenoir, que no abandonarán hasta la jubilación del comisario. En esta estabilidad hogareña y sentimental, inusual en otros protagonistas de novela policiaca, radica gran parte de la originalidad y el éxito de Maigret. Simenon está más cerca de la novela negra americana que de la literatura detectivesca británica con mayordomo en la que los cadáveres no sangran y los detectives resuelven los casos como si solucionaran un rompecabezas.
O como dijo Raymond Chandler: la novela negra americana sacó el crimen del salón y lo llevó a la calle, donde le correspondía estar. En este ambiente más cercano a la realidad, la figura del detective es a menudo la de un tipo duro, solitario, incapaz de entablar y mantener relaciones normales, muy involucrado en su trabajo y siempre al borde del peligro. Un estilo de vida muy alejado del convencionalismo de los Maigret.

El comisario Maigret resuelve sus casos pensando, hablando con su mujer, fumando su pipa e intentándose meter en la mente del criminal, un ejercicio muy peligroso si uno no tiene un puerto sentimentalmente estable en el que recalar. Esto hace que las novelas del comisario Maigret estén plagadas de historias de seres humanos de verdad, lo cual hace su lectura universal por lo reconocible de los sentimientos, los impulsos y las frustraciones que analizan.
No hay más que ver la cantidad de actrices que han representado a Madame Maigret en el cine y la televisiónpara tener una idea de la atemporalidad del personaje.


Kinya Aikawa en el Tokyo Maigret Keighi (serie de la televisión japonesa) y Sato Tomomi en el papel de Madame Maigret, « la meilleure interprète du rôle » según Simenon (en www.trussel.com).


El que este restaurante esté en medio de la ciudad portuaria de Rotterdam no es tan extraño como parece a primera vista. Porque lo que muchos aficionados no saben es que en realidad, el famoso inspector parisino, es holandés. O, al menos, nació en Holanda.

La plaza Pijnakker en el barrio Oude Noorden, en Rotterdam, al lado del Bistro Madame Maigret

Durante el interbellum, el escritor Simenon recaló con su barco en Delftzijl, Norte de Holanda, donde escribió la primera novela del inspector Maigret. El pueblo de Delftzijl aparece en alguna de sus novelas. Los holandeses, orgullosos de este protagonismo erigieron una estatua al inspector en el pueblo de su nacimiento. El propio Simenon la inauguró en 1966.

Monumento al Comisario Maigret, en el Damsdiep de Delftzijl, del escultor Pieter d'Hont

Así que cuando van Otterloo, aficionado a las novelas del Comisario Jefe de la Policía Judicial parisina decidió abrir un resturante en Rotterdam, se preparó a fondo leyendo Le cahier de recettes de Madame Maigret de Robert Courtine. En español: Las Recetas de Madame Maigret En este libro se recopilan las recetas que se cocinan y se comen durante la extensa carrera profesional y jubilación del comisario a partir del 1956.




Fragmentos de los libros con las recetas en la pared del local

Eso sí, el restaurante solo está abierto de martes a viernes porque van Otterloo, al igual que el comisario Maigret, se toma su vida privada muy en serio y quiere pasar el fin de semana con la familia. Así que alguien está pensando en resolver algún caso con los pucheros de Madame Maigret, tendrá que hacerlo en un día laboral.


Al final de este artístico vídeo de la estatua en Delftzijl se encuentran fragmentos de las películas y series sobre el Comisario Maigret en diferentes países y épocas.

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