Eugenia Codina Desde mi ventana
domingo, 29 de noviembre de 2009
Argelès-sur-Mer: la historia invisible
Conocemos los hechos que ocurrieron en esta playa pero no los recordamos
El mes pasado coincidí con mis hermanos en Barcelona, algo dificil en una familia que vive repartida por el globo terráqueo. Pasamos unos días juntos e incluso fuimos hasta el sur de Francia donde pudimos conectar con el pasado y la historia de nuestra familia. Estuvimos en Argelès, una población turística gracias a su gran y acogedora playa que, en sus ahora limpias arenas, esconde un pasado muy distinto.
Aunque ahora parezca inconcevible viendo este paisaje turístico y bien cuidado, esta playa fue un campo de refugiados entre febrero del 1939 y junio del 1940. Cuando las tropas nacionales entraron en Barcelona, unos quinientos mil refugiados del bando republicano atravesaron la frontera francesa a pie, en coche, en moto o en carro. Mi abuelo, que era uno de ellos, pasó la frontera conduciendo una ambulancia.
La playa de Argelès en octubre del 2009
La gran decepción para los refugiados recién llegado a Francia, fue que esta no les recibiera con los brazos abiertos. Al contrario, los franceses, sin saber qué hacer con el alud de refugiados, les dejaron acampar en la playa de Argelés, pero sin ofrecerles nada más que algo de comida. Sin condiciones sanitarias, agua, ni medios humanitarios, el caos y la enfermedad hicieron estragos.
La arena esconde el secreto
En junio de 1940, las tropas alemanas entraron en París. Los refugiados de Argelés-sur-Mer se dispersaron. Algunos se quedaron a vivir en Francia, como mi abuelo Josep. El tuvo la suerte de no ser aprehendido como otros y ser trasladado a los campos de exterminio nazi, destino de al menos 10.000 de estos republicanos. Otros volvieron a España ante la promesa del general Franco de respetar a los vencidos. Una promesa incumplida que le costó la vida a muchos de los que volvieron.
La playa de Argelès siguió funcionando como campo de prisioneros para el gobierno colaboracionista de Vichy y no se desmanteló del todo hasta 1945.
Solo un pequeño monolito en un parque adyacente recuerda el paso de los refugiados españoles. Un mínimo homenaje que se parece más a una excusa para salir del paso que a una justa recuperación de los hechos que honren la historia del país.
Impresiona el silencio y la limpieza de la playa, en la que ni se oye ni se ve nada que dé testimonio del sufrimiento humano ocurrido en esta misma arena. Con toda nitidez nos dice que la historia es invisible:
NOTA
Unos días después de publicar este post leo en La Vanguardia que el 10 de diciembre se estrena la película El Camp d´Argelers en el programa Sense Ficció de TV3.
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2 comentarios:
Hola Eugenia, soy un estudiante de Barcelona que estoy haciendo el trabajo de investigación sobre el campo de Argelers, me ha parecido muy interesante y muy emotivo lo que he leido en este blog. Mu gustaria ponerme en contacto contigo, te dejo mi correo
alex_dalcon@hotmail.com
Agradeceria que me dijieras algo, principalmente estoy buscando ha quien hacer una breve entrevista. Grácias.
Hola,
Lo que dices es muy muy cierto. Me ha encantado. Investigo estos hechos desde hace años. También los recuerdo y he visitado el campo (la playa) varias veces. Fueron muchísimos más os que por aquí pasarón. Piensa que desde finales y principios de 1939 (especialmente febrero) numerosos grupos de personas ya se marcharón de Barcelona con lo que pudieron acarrear. A partir de aquí fueron llegando miles de personas a otros campos, Barcarès, Port-Vendres, Bourg-Madame, Septfonds, Vernet (que era un campo disciplinario, de condiciones inhumanas). Es cierto que la población civil supo de la existencia del campo, ya que numerosas personas iban a ver a los republicanos españoles, principalmente para intercambiar y robarñles lo poco que tenían. En la piedra o monolito que mencionas, recuerda el paso de 500.000 personas, pero nada más y me resulta una vergüenzza que no se recuerde a las víctimas que perdieron la vida en este campo de Argelès-Sur-Mer y los demás. Los que fueron deportados a Mauthausen, principalmente deportados desde el departamento de Ariège (Septfonds en particular). Pero hay otros campos menos conocidos: Arlès-Sur-Tech, Les Milles, Barcarès, Saint-Cyprien, Saint-Sulpice, Prats de Molló, Amélie-Les-Bains y otros lugares. Todo el sur de Francia se convirtió en campos de concentración de los republicanos españoles y los que primero desaparecieron eran niños y niñas de corta edad, mujeres y ancianos y posteriormente a consecuencia de las enfermedades cpontraidas en este lugar los hombres. Sin embargo, hoy en día, vemos unos hoteles y una zona de recreo con duchas de agua y el típico chiringuito y la zona del campo está olvidada. Por ello, tenemos el deber de recordarlo a todos aquellos que quieran escucharnos. Solo así las víctimas y los republicanos que lograron salir con vida de estos lugares serán recordadas y no olvidadas, jamás.
Si lo desea me gustaría ponerme en contacto con usted, puede para ello, puede enviarme un correo en la siguiente dirección:
miguelangel941@hotmail.com
Atentamente,
MIGUEL ÁNGEL.
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