Ayer mencioné discursos populistas que se conocen por el nombre como un buen libro: el Yes, we can, el I have a dream. En esta categoría también entgra el Ich bin ein Berliner de John F. Kennedy en 1963 (un buen año para discursos inolvidables).
Yo no sé si Kennedy sabía, cuando se proclamó un berlinés ante miles de espectadores, que con este nombre también se conoce un delicioso bollo azucarado con crema dentro:
En Alemania le llaman un berlinés, en Holanda una bola berlinesa (berlinerbol). Por suerte Kennedy no dijo: Ich bin ein Berliner... bol
2 comentarios:
En Múnich, y creo que también en el resto de Alemania, les llaman igualmente Berliner. En Berlín, en cambio, reciben el sencillo nombre de Pfannkuchen. Por cierto, no he desayunado todavía y quizás baje ahora por un croissant y un Pfannkuchen. Aunque me da tanta pereza salir con este frío y estos pelosssss...
En Holanda el berlinerbol se encuentra durante las navidades, cuando aparecen unas churrerías ambulantes en las que venden oliebollen (bolas de aceite), una especie de churro redondo y las berlinerbollen, que es lo mismo pero con crema dentro. Todo riquísimo... en calorías. Pero cuando hace frío apetece mucho comerse un oliebol bien calentito.
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